El fútbol no para de sorprendernos. Y para muestra lo que ocurrió en la Primera División de Bulgaria entre el Tsarsko Selo con el Lokomotiv Sofia. Era prácticamente una ‘final’ que definía la permanencia.
Futbolista del Barcelona lo confirma: ‘‘El club no me quiere’’.
El Tsarsko Selo estaba obligadísimo a ganar para mantenerse en la máxima categoría. El empate o la derrota los mandaba a Segunda.
Las cosas no empezaron bien para dicho equipo, que logró emparejar el marcador 1-1 al minuto 73 y quedaba el resto para ir por la épica remontada.
La esperanza para el Tsarsko Selo llegó en el último suspiro cuando el árbitro pitó penal en el añadido (93). La salvación no parecía estar tan lejos, pero la pena máxima, en lugar de traer la solución, trajo muchos problemas.
El delantero Yusupha Yaffa había entrado minutos antes y tomó el balón pese a no ser el pateador designado. Ante esta situación, el propietario del club, Stoyne Manolov, ingresó al campo dispuesto a interrumpir el lanzamiento e increpó a Yaffa. El mandatario lo apartó y le dejó claro que no debía ser el responsable del penal.
Yaffa no daba crédito a lo que estaba sucediendo con su presidente y tuvieron una fuerte discusión fuera de la cancha cuando acabó el compromiso.
Martin Kavdanski el elegido para patear tras la polémica invasión de Manilov y terminó fallando gracias al paradón del guardameta rival.
El encuentro finalizó con el 1-1 y el Tsarsko Selo descendió. Manolov se marchó furioso del estadio y declaró la disolución del equipo. El mandatario definió de manera inmediata que dejara de existir y que no compita profesionalmente la próxima temporada
