Algunos presentes lamentaron que a pesar de que García defendió los colores de Marathón, Olimpia y de la Selección Nacional de Honduras donde marcó un golazo en la eliminatoria rumbo a Brasil 2014, nadie haya llegado a su sepelio.
Juan Carlos García fue un embajador de Tela y en sus vacaciones llevaba indumentaria a los pequeños del sector, quienes sí tuvieron el detalle de aplaudir durante pasaba el cortejo fúnebre frente a ellos.
El Oso, como le decían sus amistades fue despedido por una gran cantidad de persona que recorrieron a pie las calles del populoso barrio teleño que vio la infancia del jugador que el lunes falleció tras perder la batalla contra el cáncer.