“... - SEGUNDO: Continúa manifestando don Crescencio Perdomo Rodríguez: que en este ha convenido DESMEMBRAR una parcela de terreno del descrito en la cláusula primera de esta escritura para dársela ´en venta real, pura, perfecta e irrevocable a la FEDERACIÓN NACIONAL AUTÓNOMA DE FÚTBOL DE HONDURAS (FENAFUTH), representada en este acto por el señor fiscal don Gabriel Sánchez Martínez por el precio de CUATRO MIL LEMIRAS EXACTOS los cuales confiesa tener recibidos a su satisfacción...”
Esta escritura pública data de 35 años. Fue en 1988 que don Crescencio, nativo del municipio de San José de Colinas en el departamento de Santa Bárbara, acordó vender una parte del terreno donde el domingo recién pasado sucedió lo que el fútbol hondureño temía: “Una expropiación”, según denuncia la Fenafuth en las últimas horas ante la opinión pública y prensa en general.
... y prosigue: AL NORTE, CIEN VARAS, propiedad de herederos de don Armando Paredes; AL SUR, CIENTO CATORCE VARAS CON DOS PULGADAS, propiedad de los señores Reynaldo Caballero y José Perdomo; AL ESTE, CIENTO OCHO VARAS CON 24 PULGADAS, propiedad de los señores Isaías Leiva y don Miguel Caballero, con solar baldío y camino real de por medio...”, se describe en algunos fragmentos de la documentación que está en manos de la Fenafuth.
Se trata de una denuncia hecha por la Federación que surge tras la convocatoria a un cabildo abierto por parte del alcalde de San José de Colinas, Luis Ramón Perdomo, para luego tomarse las instalaciones del estadio violentando los candados y otras medidas que aseguraban el acceso principal del inmueble, según se logra apreciar en los vídeos compartidos por Paradise TV de Santa Bárbara.
En la escritura original se autentifica que el predio donde hoy está ubicado el estadio Aurora de San José de Colinas, Santa Bárbara, es de la Fenafuth y donde con fondos de la FIFA, la federación invirtió 1.6 millones de lempiras en la construcción de cercos, instalación de energía y camerinos.
Ante tal situación, la federación de fútbol de Honduras siguió con mucha atención las acciones y declaraciones vertidas por las autoridades locales antes de proceder a la “expropiación del estadio Aurora”, como lo califica la Fenafuth.
“El pueblo nos ha acompañado, ustedes pueden constatar que realmente el estadio no tiene una inversión millonaria, está en un total abandono. Un acto como este es negarse a la posibilidad real de tener un estadio digno para todos los colineños”, declaraba Perdomo.
Antes de la exabrupta ruptura del portón principal del estadio Aurora, el director del Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupem) Amable de Jesús Hernández, revelaba lo que Fenafuth temía escuchar porque claramente estas acciones se pueden interpretar como injerencia política en el fútbol.
Circunstancias que, ante los ojos de la Fenafuth, implicaría sanciones para el fútbol hondureño en caso que la FIFA se preste a investigar tales actos donde, como ente rector del fútbol mundial, ha destinado recursos económicos.
Según las declaraciones del funcionario Amable de Jesús, el objetivo de ellos es remodelar el estadio Aurora, pero según escritura pública en poder de la Federación de Fútbol, el inmueble les pertenece a ellos desde 1988 y no a la Municipalidad como se informó ante los presentes en el cabildo abierto del domingo.
“Tanto que cuesta conseguir un recurso, tanto que cuesta conseguir financiamientos para proyectos y que por cinco compañeros pizotes solos se vaya a perder el proyecto, ¡no compañeros! No podemos caer en eso, tenemos que defender los intereses del municipio”.
“Luis Ramón es el alcalde en funciones, pero vamos a salir de la corporación, igual los cinco jinetes van a salir de la Fenafuth y van a tener ese remordimiento; ya se registró que están opuestos a que se transforme una instalación deportiva en detrimento de la niñez y la juventud”, acusa Amable de Jesús.
El funcionario considera que es en contrasentido entrar a un debate porque, “hay cinco compañeros que instrumentando sus cargos quieran dañar, ¿qué esperábamos nosotros? Porque nosotros nos acercamos y les dijimos que íbamos a hacer una remodelación”, siguió relatando el funcionario público.
De Jesús recordó a los presentes que, “todos conocemos de un proyecto que se llama Semilleros del Futuro, vino mucho dinero y los mismos ´jinetes del apocalipsis” con otros actores, son los que han estado usufructuando”.
Además, dijo: “A cuenta de qué dice la presidenta, tiene que estar pagándose por entrar a las instalaciones deportivas, por eso la resolución de este cabildo abierto hoy -domingo- es que el acceso al ´estadio Municipal´ es gratuito para todos los equipos, sin límites”, decidía el funcionario, quien en gobiernos anteriores fungió como alcalde de este próspero municipio de Santa Bárbara.
ANTECEDENTES EN TEGUCIGALPA
Sí, las alarmas se encendieron a inicios de mayo del presente año ante otro conflicto entre Condepor y la Federación por la administración del estadio Birichiche y el estadio Infantil que Fenafuth tiene la concesión.
La institución gubernamental le notificó a Fenafuth la posesión de los recintos antes señalados por carecer de legitimidad de los gobiernos anteriores. En principio, la Condepor le comunicó a la Federación que tomarían las instalaciones de los estadios.
“El motivo de la presente es para notificar en atención al oficio número 230-2023 que se remitió a esa Federación de Fútbol en fecha de 11 de mayo del presente año, donde se comunica la vigencia del decreto ejecutivo PCM-18-2023, publicado en el diario oficial La Gaceta número 36,212, el cual estable en los artículos 8 y 9 la recuperación de todas las instalaciones deportivas a nivel nacional, así como los que señale la ley respecto a Decretos Ejecutivos, Reglamentos o normativas vigentes que se refieran a la Comisión Nacional Proinstalaciones Deportivas y Mejoramiento del Deporte (Conapid), se entenderá que se está hablando de la Comisión Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (Condepor)”.
Pero la Fenafuth presentó documentación que hace constar que en efecto, la ley les asiste en todas sus disposiciones y facultades como administradores legítimos del inmueble concesionado.
