La Selección

Los cinco pecados capitales de Reinaldo Rueda en el amargo empate de Honduras ante Costa Rica por la Eliminatoria

La Selección de Honduras empató 0-0 ante Costa Rica, y perdió la gran oportunidad de escaparse con el liderato del grupo C de la Eliminatoria.

2025-10-11

La Selección de Honduras dejó escapar una oportunidad de oro en la Eliminatoria Mundialista al empatar ante Costa Rica en Tegucigalpa. Más allá del resultado, el juego expuso viejos males en la propuesta táctica y en la gestión del plantel.

Reinaldo Rueda no logró imponer una idea clara ni aprovechar el impulso emocional del triunfo anterior, y el equipo terminó pagando caro su falta de convicción ofensiva. Es por ello que te compartimos los pecados capitales que cometió el cafetero con la Bicolor en el duelo ante los ticos.

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Táctica rígida y predecible

Rueda apostó por un esquema conservador, priorizando el orden antes que la agresividad. La línea de cuatro defensores y el doble pivote en el mediocampo contuvieron bien en la primera mitad, pero la transición ofensiva fue lenta y sin sorpresa.

Honduras careció de amplitud por las bandas, y los laterales —Nájar y Rosales— no tuvieron libertad para proyectarse. El rival, en cambio, aprovechó los espacios y terminó imponiendo el ritmo en la recta final.

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Errores en las sustituciones

Las variantes de Rueda volvieron a ser tema de discusión. Los cambios tardíos, sin impacto ni ajuste táctico evidente, desarticularon el poco funcionamiento que tenía el equipo. El ingreso de Benguché no modificó la dinámica ofensiva, mientras que la salida de Arriaga debilitó la recuperación en el medio. El técnico no supo leer el partido cuando Costa Rica adelantó líneas y dejó escapar la oportunidad de cerrar el duelo con más oficio.

Dependencia y poca generación

Honduras sigue dependiendo en exceso de individualidades como Quioto o Luis Palma. No hay un sistema que potencie a los jugadores ni un circuito claro entre mediocampistas y delanteros. El ataque se vuelve predecible y las combinaciones se diluyen en la frontal. A pesar del esfuerzo, el equipo no logra conectar con un “9” que finalice las jugadas y tampoco genera ocasiones limpias desde el juego colectivo.

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Jugadores entre algodones

Otro pecado que condicionó el rendimiento fue la gestión de los futbolistas tocados físicamente. Rueda mantuvo en cancha a piezas que no estaban al cien por ciento, lo que redujo la intensidad y la presión tras pérdida (Ejemplos: Luis Palma, Luis Vega). La falta de ritmo de algunos jugadores también evidenció una preparación física desigual, un aspecto clave en partidos de alto voltaje. El banco ofrecía alternativas, pero la apuesta fue mantener nombres por jerarquía, no por rendimiento.

Un llamado a la autocrítica

El empate ante Costa Rica no solo resta puntos, sino también credibilidad en el proceso. Honduras mostró carencias tácticas, reacciones tardías y poca capacidad para sostener ventajas. Si Reinaldo Rueda no ajusta su lectura de los partidos, la clasificación al Mundial puede complicarse. Es momento de replantear, de dejar atrás la rigidez y apostar por una selección con más valentía, frescura y variantes reales.