Uno de los duelos más esperados para Honduras en las eliminatorias es contra México y en esta Jornada 13 de la octagonal de Concacaf, el Tri, sin la presencia de su entrenador argentino Gerardo “Tata” Martino visita San Pedro Sula.
Sin embargo, para la escuadra catracha es un partido sin sabores debido a que fue eliminada prematuramente en la eliminatoria y el único atractivo que existe para el duelo de este domingo, pactado para las 5:05 de la tarde, es la posible clasificación de los aztecas a su su 18 mundial en su historia.
Sin embargo, más allá de ese pequeño aliciente, la afición hondureña no tendrá la oportunidad de ir a estadio Olímpico debido a que no está permitido el ingreso de público al Metropolitano.
La razón es por un castigo que le impuso FIFA a la Federación de Honduras el pasado 15 de enero cuando El Salvador ganó 2-1 en esta instalación deportiva sampedrana.
En esa ocasión se armó un problema entre aficionados en el sector de preferencia donde hubo golpes e intervención policial, los portones que dan acceso de la gradería a la cancha se abrieron al final del encuentro y muchos fanáticos, tanto salvadoreños como hondureños, ingresaron al terreno de juego y tuvieron contacto con los protagonistas.
Este incidente fue informado en el acta por el comisario del partido y Concacaf junto con FIFA, a través de su comité disciplinario, decidieron que en este duelo ante México el partido se jugará a puertas cerras.
Y es que jornadas atrás, Honduras ya había sido sancionada de forma verbal y económica por gritos racistas e incluso se suspendió el acceso a algunos sectores del estadio, pero en esta ocasión la medida fue drástica.
Honduras no ha sido la primera selección en ser sancionada con esta medida, ya le sucedió a México que jugó al inicio de la octagonal a puertas cerradas en el estadio Azteca, también le pasó a Panamá a quien le cerraron por un partido el estadio Rommel Fernández por gritos homofóbicos.
