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El recinto deportivo, inaugurado el 15 de marzo de 1948 y donde juegan como local sus partidos el Olimpia y Motagua, los dos clubes más grandes y populares de Honduras, luce completamente destruido.
El Nacional dejó de ser aquel estadio que era imponente y cómodo para sus asistentes. Lo de hoy es tristeza para la práctica del fútbol. Las gradas se caen a pedazos, de hecho, un sector de las gradas de populares está cerrada porque representa un peligro para los aficionados.
Las primeras gradas (de arriba hacia abajo) de sol centro no pueden alojar afición porque las gradas no están en condiciones para soportar peso por lo que una valla azul construida de láminas azules impide el ingreso de afición a ese sector.
Y qué decir de la cancha... parece un potrero, un terreno de juego del cual todos los jugadores se quejan porque no es apta para jugar fútbol profesional. Es una cancha que no le han dado el mantenimiento debido para que se mantenga.
Las gradas lucen sucias y también ya presentan fallos de infraestructura. Los baños del sector popular son disgustantes para los aficionados, en fin... el Estadio Nacional está mal en todos los sentidos. Una pena porque es uno de los colosos más históricos de Honduras y Centroamérica.
Cabe destacar que el encargado de darle todo el mantenimiento respectivo a esta instalación es la Conapid, ya que este ente es quien se lo alquila al Motagua y Olimpia para sus partidos de Liga Nacional y torneos internacionales. Los clubes sí le han hecho mejoras en los vestuarios.
