Liga Nacional

Gilberto Yearwood, el perfil de un referente nacido en Honduras

Hoy está de cumpleaños uno de los mejores futbolistas del país y en DIEZ repasamos su amplia carrera.

2015-03-15

Los periódicos, las revistas, los programas de televisión o cualquier mortal de aquellos tiempo dorados siempre tenían un motivo para elegirlo entre el mejor once de la jornada o entre los más destacadas de un partido.

Era la época de los Maradona, de los Zico, los Van Basten, Ruud Gullit, Lothar Matthaus, Hugo Sánchez y la lista se volverá interminable. Pero, en medio de estos grandes, también había un tal Gilberto Yearwood, hondureño, que hoy cumple 59 años, que se abrió espacio y también erigió su historia entre los mejores. Por algo es considerado el mejor futbolista de todos los tiempos en Honduras.

Quienes tuvieron la oportunidad de verlo jugar se quedaron maravillados, como Chelato Uclés, quien asegura que 'era un tipo elegante para jugar, tenía liderazgo y calidad dentro del terreno de juego'.

Elche, Tenerife y Real Valladolid de España saben de lo que Chelato está hablando. Igualmente mostró su categoría en Real España y Olimpia de Honduras.

'Era un defensa central potente y elegante', agrega Chelato con recuerdos a flor de piel, porque fue un líder en aquel Mundial de España 82.

REFERENTE
Formó parte del combinado juvenil que dejó muy buen sabor de boca en el Mundial de 1977 y, cinco años después, fue uno de los futbolistas más destacados de Honduras en el Mundial de España 1982.

'Alacranes' del barrio Suyapa en San Pedro Sula es el equipo que marcó la vida de Yearwood. Luego fue becado por el Colegio de ‘La Salle’ de la misma ciudad. De ahí pasaría al Real España, lo que llevaría a Gilberto a convertirse, en uno de los jugadores más jóvenes en debutar en liga nacional en ese entonces.
En 1974 el Real España logró su primer título de Liga Nacional y Gilberto Yearwood con solo 17 años de edad fue parte de ese histórico triunfo aurinegro.

En 1976, Gilberto fue convocado por Rodolfo ‘Popo’ Godoy a la selección juvenil que participó en el PRE-mundial de Puerto Rico. En ese torneo, Gilberto se destacó enormemente; logrando la primera clasificación de Honduras a una competencia mundial, junto a una de las mejores generaciones del fútbol catracho.

Posteriormente; Yearwood fue parte de la selección juvenil de Honduras que participo en el mundial de Túnez 1977 donde tuvo una muy destacada participación, quedando segundo, en un grupo que también conformaban: las selecciones juveniles de Marruecos, Hungría y Uruguay.

La destacada participación de Gilberto en el torneo juvenil de Túnez llevo al Elche CF de la liga Española a obtener su pase. Con 21 años decidió cruzar el charco y se marchó a jugar a Europa.

En el cuadro ilicitano que dirigía el argentino Roque Olsen y contaba con Esteban, Casuco, Benítez, Félix, Montero o Sitjá se estrenó en Liga ante el Racing de Santander, un curso donde fue un fijo en el once pero en el que descendieron a Segunda tras ocupar el penúltimo lugar.

La participación de Gilberto con el Elche fue tan excelente que clubes como el: Zaragoza, Real Madrid y el Real Valladolid se interesaron por el jugador hondureño. Pero fue este último equipo que al final se quedó con el catracho, al pagar una suma de 600 mil dólares.

En el verano de 1983 dejó Pucela y firmó por el Tenerife que militaba en Segunda. Allí fue tercer máximo goleador del plantel por detrás del veterano Rubén Cano y de Agustín Lasaosa y certificó su total recuperación de la rodilla. Sólo duró un año en el equipo insular y para la campaña 1983-1984 fichó por el RC Celta de Vigo.

Dirigidos por Félix Carnero era el extranjero del equipo junto con el uruguayo Contreras. Además en aquella plantilla viguesa destacaban el arquero Javier Maté, Atilano, Alvelo, Arteaga o Pichi Lucas en una temporada en que subieron a la élite del fútbol español al acabar terceros con 48 puntos, por detrás de UD Las Palmas y Cádiz. Sin embargo el 'Vikingo' no les acompañó en la aventura por Primera y se fue a jugar al equipo que le trajo a España, el Elche.

Estuvo cerca de firmar por el Real Madrid hasta que una grave lesión de rodilla truncó su trayectoria y lo trajo al Celta, en calidad de cedido por el Valladolid, en la temporada 1984/85.

En Vigo, jugó 30 partidos de Liga y marcó 5 goles, siendo una pieza fundamental del equipo que, bajo la dirección de Félix Carnero, logró el ascenso a Primera División. ‘Vino falto de ritmo por su lesión, pero fue de menos a más. Hizo una gran temporada’, recuerda Atilano Vecino, compañero de Gilberto en el eje de la retaguardia del Celta.

‘Era fuerte, iba bien de cabeza, le pegaba muy fuerte en los libres directos desde la frontal y salía muy bien con el balón jugado desde atrás’, recuerda.

A CASA
En 1987 y tras casi diez años por España volvió a su país para militar en el Real España. Permaneció sólo unos meses y se enroló en las filas del Motagua. A comienzos de los 90 sopesó la oportunidad de jugar en otros países centroamericanos como Costa Rica o El Salvador pero continúo en su patria fichando por el Olimpia de Tegucigalpa.

Con 'Los Albos' completó su magnífico palmarés con el título liguero de 1992 tras superar a Petrotela.
Se retiró de los terrenos de juego en 1994 cuando contaba con 38 años.

Es la historia viviente de una leyenda. Su liderazgo no pasa de moda. ¡Grande, Gilberto!