'Me considero un jugador de exportación, creo que voy a perder muchas cosas jugando con Victoria en Segunda División, actualmente estoy con la Sub-20 pero en segunda los técnicos y contratistas no se fijan en uno, eso he querido explicarles a los directivos del equipo, pero no me contestan las llamadas ni los mensajes', lamentó Hernández
Y añadió. 'No estoy despreciando el nivel de la Segunda porque hay jugadores de mucha calidad y equipos bien organizados, lo que pasa es que quiero seguir creciendo en mi carrera. Todo jugador aspira salir al extranjero y formar parte de Selecciones, en Liga de Ascenso es difícil que uno pueda trascender'.
DISPUESTO A REALIZAR SACRIFICIO ECONÓMICO
Actualmente Hernández forma parte de la Sub-20 de Honduras que participa en Panamá en el torneo clasificatorio al Premundial de Costa Rica que se desarrollará en febrero del próximo año y del que saldrán tres clasificados al Mundial de Corea del Sur en la categoría.
'El Vida me hizo una propuesta y estaría encantado de jugar con esa institución porque es de La Ceiba y voy a estar cerca de mi familia, además está en Liga Nacional y es más fácil mostrarse, eso es lo que quiero que entienda la gente de Victoria, pero no me atiende', reiteró.
Finalmente dijo que estaría dispuesto a sacrificar los tres meses de salarios caídos que le adeudan los jaibos a cambio de recibir su finiquito.
'Victoria me debe tres meses de salario, pero estoy dispuesto a olvidar esa deuda siempre y cuando me den el finiquito para jugar en Primera División. Vida y Real Sociedad se interesaron en contratarme, pero Victoria me está poniendo trabas al no atender mis llamadas'.
TAMPOCO QUIEREN JUGAR EN EL ASCENSO
Los futbolistas Marlon 'Machuca' Ramírez y Carlos Bernárdez también han manifestado públicamente que no están interesados en jugar con los lecheros en segunda, aunque sus respectivas fichas son propiedad del representativo blanquiazul.
Victoria descendió del máximo circuito la temporada anterior y peligra su participación en Liga de Ascenso si no se pone al día con sus jugadores, técnicos, proveedores y demandas perdidas en el TNAF. La deuda es alrededor de 2.5 millones de lempiras.