Meses después, un seguidor del Motagua fue brutalmente golpeado por aficionados del Olimpia hasta dejarlo al borde de la muerte, tendido en las gradas sin que nadie hiciera nada. En otro clásico, con pistola en mano, las barras de agarraron a tiros en el estadio Olímpico de San Pedro Sula y ya con la ley en vigencia nunca se puso en marcha. Ahora ingresó un intruso a la cancha…
El 15 de julio del 2015 el Congreso Nacional emitió una Ley para evitar la violencia en los estadios ya que grupos organizados se los han tomado y han hecho de los recintos que son para diversión, campos de guerra. Esta ley está bien elaborada y tiene severos castigos pero está engavetada.
Ver: ASÍ GOLPEARON SALVAJAMENTE A UN AFICIONADO
Es tan dura que hasta llega al nivel de prohibir la entrada de por vida de individuos que cometen actos de vandalismo en el interior o alrededores de los estadios. ¿Será que están esperando que asesinen a un jugador o oficial de juego en un partido?

Un Policía saca el arma y lucha contra un aficionado del Olimpia integrante de la barra.
VIDEO: PALIZA DE OLIMPISTAS A HINCHA DE MARATHÓN
El tipo que se le conoce como el alias de “Rasquiña” pudo haber llevado un arma como explican algunos analistas y cometer un crimen. Pero todavía no se pronuncia la Comisión de Disciplina para aplicar la ley antiviolencia en los estadios que debería prohibir de por vida a este aficionado.
El 29 de octubre del 2015, la ley fue publicada en el Diario Oficial La Gaceta y su vigencia fue de inmediato pero sin efecto en los hechos de vandalismo que han sucedido. No solo en el estadio Nacional de Tegucigalpa si no en diversos escenarios de San Pedro Sula y Puerto Cortés.
VIDEO: DEJAN MORIBUNDO A AFICIONADO DE MOTAGUA
La ley habla de obligaciones y prohibiciones. Si se aplica esta ley, el integrante de la barra Ultrafiel del Olimpia, sería duramente castigado ya que violó una de las reglas y es ingresar al terreno de juego cuando el partido está en plena competencia.
A este individuo se le vetaría de por vida de los estadios, además se le aplicaría una multa de tres salarios mínimos mensuales y se obligaría a cumplir un trabajo social en el ámbito deportivo. En Inglaterra así exterminaron a los aficionados violentos que irrumpieron en la Premier.