Las fuerzas militares rusas iniciaron una acción militar contra Ucrania el jueves pasado, lo que provocó una serie de reacciones por parte de la comunidad internacional y la aplicación de sanciones de los máximos organismos del mundo occidental.
En los últimos cinco días, Kiev, capital de Ucrania, ha sido objeto de ataques constantes, al igual que otras ciudades importantes del país, aunque hoy ya se están llevando a cabo conversaciones de paz en la frontera con Bielorrusia.
La semana pasada, la Fórmula 1 anunció que no correría en Rusia el próximo mes de septiembre, una decisión que fue apoyada por pilotos y equipos. El tetracampeón del mundo Sebastian Vettel afirmó, antes de que esta información oficial fuera pública, que no participaría en la carrera si la F1 decidía ir a territorio ruso.
El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, escribió a la Federación de Automovilismo de Ucrania (FAU) para ofrecer su “pleno apoyo y también el de la FIA”.
En una respuesta enviada por el presidente de la FAU, Leonid Kostyuchenko, la federación dijo que prepararía “posibles medidas de apoyo por parte de la FIA para el periodo de posguerra, cuando todos los recursos estatales se destinen a la recuperación”.
También pidió una serie de medidas de la FIA contra Rusia y su aliado, Bielorrusia, que afectarían a los pilotos que forman parte de sus campeonatos.
La FAU también pidió que no se permitiera a Rusia y Bielorrusia albergar cualquier evento sancionado por la FIA, prohibiendo el uso de sus símbolos y banderas estatales, y excluyendo a todos los miembros rusos y bielorrusos de la FIA.
