'Pensé que no miraría mi querido Motagua. Cuando estábamos afuera pensamos que no ingresaríamos porque no iban a dejar pasarnos con las camisas azules', contó llorando Marco.
El fanático comenzó a derramar lágrimas con sus amigos cuando estaba ya en las gradas del estadio verdolaga, pues fue uno de los que rogó al presidente Orinson Anaya para que los dejara pasar.
El propio Amaya se encargó de llevarlos a un sector de silla donde los ubicaron. 'Todo el tiempo estaré agradecido con Orinson Amaya porque nos dieron este privilegio de ver al equipo', contó Cardona.
Amaya explicó la decisión que tomaron y porqué a cambiaron. 'Los dejamos entrar porque era un riesgo que los dejáramos afuera ya que ellos sólo vienen a ver el partido y los vamos a tratar bien', declaró Orinson quien fue ovacionado por los fans del ciclón.