El lío legal de Bryan Josué Velásquez Moya llegó a su etapa final: FIFA lo suspenderá por los próximos seis meses si no paga la parte contractual que le debe al Zulia de Venezuela.
Este conflicto se retoma desde la salida del delantero hondureño del equipo venezolano, pues en 2020 Moya, aún con contrato vigente, decidió marcharse al fútbol colombiano, pero al no concretar su fichaje, en mayo pasó a militar en el balompié de Angola, de donde fue desalojado en 2021 tras que el club se percatara del conflicto que el exOlimpia ostentaba con el Zulia.
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El caso presentado por la institución de Maracaibo ha tenido una resolución definitiva hasta marzo del 2022 tras que FIFA haya restringido al futbolista de cualquier actividad oficial hasta que cumpla monetariamente con los 12 meses de contrato que ostenta aún con el club sudamericano; el valor del mismo es de 120 mil dólares, que es el monto a pagar en los siguientes 45 días para así no ser inhabilitado por medio año.
Aquí te relatamos la cronología de los hechos que llevaron a Bryan Moya a protagonizar el último escándalo relacionado al fútbol hondureño.
- LA CRONOLOGÍA DE CASO BRAYAN MOYA -
Todo sucedió en 2018, cuando “La Bestia” firmó un contrato de representación con la compañía Soccer Sport Club, el cual finalizaba en abril del 2020 con una cláusula de renovación automática si el jugador no avisaba que no continuaría con seis meses de antelación antes de su marcha.
Esta empresa, que tiene como colaborador al exfutbolista Víctor “Muma” Bernárdez, fueron quienes llevaron al delantero, que tras dos años brillando en el Olimpia, a emigrar al fútbol venezolano, donde a pesar de ser conocido, firmó con el Zulia, donde tuvo un destacado 2019 con 13 goles, cuatro de ellos en la Copa Sudamericana, donde fue parte del once ideal del segundo torneo más prestigioso del continente.
Ante ello, Moya decidió que era momento de dar un paso más grande en su carrera, pues muchos equipos de la región lo tenían en el radar. Así fue como Bryan terminó saliendo, en malos términos, de la institución.
Pues esto se retoma a que el futbolista ya no quería seguir vinculado con la compañía de agentes con lo que había firmado, quienes reclamaron que el hondureño aún tenía contrato con ellos. El oriundo de San Antonio de Oriente, en Francisco Morazán, estaba dispuesto a pagar la cláusula de recisión en cuestión.
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A la situación se le sumó otro conflicto, pues Moya también tenía contrato con el Zulia. El club venezolano indicó que en enero del 2020 el hondureño firmó con ellos un segundo contrato con finalización hasta diciembre del 2022.
Brayan Josué logró obtener el finiquito de su contrato con el Zulia, que había llegado a un acuerdo con el equipo Águilas Doradas Rionegro, de Colombia, para ceder al futbolista. El hondureño viajó a este país, pero estando allí existió un impasse y el traspaso se cayó por temas económicos, y en este momento, Bryan no notificó que aún tenía un año de contrato con el cuadro venezolano.
En eso se vino la pandemia por covid-19 que hizo parar la actividad en el fútbol a nivel global. Velásquez Moya se encontraba en Colombia en ese entonces, y al no haber firmado con el Águilas, así como había recibido el finiquito del Zulia, estuvo como agente libre tres meses mientras residía en el apartamento que el conjunto de Águilas le estaba pagando.
Fue en mayo cuando el lío inició: Moya fichó con una agencia de agentes de origen portugués, quienes le convencieron de saltarse sus compromisos contractuales en Zulia y Sport Club para así emigrar al fútbol europeo “sin tener contrato”, según informó FIFA. El Águilas, al enterarse de esto, le desalojo del apartamente, pero el 1 de Agosto le consiguió uno nuevo mientras esperaba su vuelo hacia Panamá, para luego viajar en un avión comercial a Angola.
Tras que en agosto se anunciara el traspaso del hondureño al Primero de Agosto, que presentó la rescisión de contrato con su anterior club, el Zulia denunció a la FIFA que el futbolista había firmado un preacuerdo con ellos, algo que Moya desconocía que le obligaba a cumplir su vinculación en Venezuela, pues en julio el delantero expresó lo siguiente en una carta al Águilas Doradas.
“El 9 de marzo de 2020 firmé el denominado ‘Finiquito de Contrato’ con la Fundación Deportiva Sport Zulia, poniendo fin a la relación laboral con dicho club. Al día siguiente, me pidieron que firmara un nuevo contrato de trabajo deportivo, pero solo para comenzar a tomar con efectos en enero de 2021, fecha que también se fijó en dicho documento. De hecho, y hasta la mitad de junio de 2020, no sabía que lo que firmé no era más que una mera promesa de un contrato, nada que me obligue a quedarme/permanecer vinculado a este club”, dijo.
Su exagente, Pablo Martínez, afirmó que Bryan había firmado cuatro contratos: empezando con el último en Angola, además de los que tenía con la compañía Sports Club, junto al Águilas de Colombia y el de Zulia, que tiene vigencia hasta diciembre del 2022.
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Según Martínez, Moya realzó su nombre gracias al trabajo que ellos como compañía realizaron al representarlo, pues en Venezuela no lo conocían, pero confiaron en la recomendación del agente, que lo catalogó tras su fuga de la empresa como “desleal y malagradecido” ya que como empresa nunca le fallaron. Sports Club mencionó que el futbolista nunca les dijo que se quería marchar hasta que había firmado contrato en Angola.
Muma Bernárdez se pronunció al respecto, comentando de que estaba preocupado por Brayan, aunque también mencionó que “se estaba dejando llevar por el dinero”, algo a lo que, en una publicación de Facebook, el tío de Moya defendió argumentando que a la empresa sólo le interesaba lo económico y que le habían jugado una mala pasada, pues él desveló que los agentes le declinaron contratos prometedores en el fútbol Chile, Costa Rica y Suecia debido a que dichas propuestas no le dejaba muchas ganancias a la empresa.
Lo que restó del año, Moya jugó en Angola, siendo hasta el 27 diciembre donde el Zulia emitió un correo electrónico donde le pedía al futbolista volver a sus instalaciones para cumplir con lo que le restaba de contrato.
“Estimado Sr. Velásquez Moya. Esperamos que se encuentre bien en estas fechas. En función de que debe incorporarse a nuestro club en fechas venideras, en virtud del contrato de empleo firmado para las próximas temporadas, deseamos conocer las fechas de su llegada a Venezuela para prepararla o, de ser necesario, coordinar con usted todo lo referente a su venida en los próximos días. Nuestro equipo de logística y deportivo estará atento para que se pueda coordinar lo que haga falta. Muchas gracias, saludos. Gerencia Deportiva”.
El 7 de enero del 2021, Moya respondió al Zulia, argumentando que “no sabía lo que firmaba” cuando habló del pre-contrato acordado.
“Estimado señor presidente de la Fundación Deportiva Sport Zulia. En la secuencia de Su correo electrónico a mi club ‘Clube Primero de Agosto’ de Angola, por la presente le informo lo siguiente: En primer lugar, es muy grave e indignante el contenido de su comunicación a mi nuevo club, que aquí rechazo expresamente. De hecho, como te dije antes, el 9 de marzo de 2020 firmé el llamado “Finiquito de Contrato” con la Fundación Deportiva Sport Zulia, habiendo puesto fin a la relación laboral con este club.
Al día siguiente me pidieron que firmara un nuevo contrato de trabajo deportivo, pero solo para que comience a entrar en vigor en enero de 2021, fecha que también se adjuntó a ese documento. De hecho, y hasta ahora, no sabía que lo que firmé, no es más que una mera promesa de contrato, nada que me obligue a quedarme / seguir vinculado a este club. (...) Por eso, considerando todo, me encuentro futbolista libre, ya que no se atendieron mis intereses y me ‘empujaron’ a una extinción de mutuo acuerdo del contrato (“Finiquito de Contrato”) que estaba vigente. Y es por eso que no servirá a mis intereses legítimos y superiores regresar y abrazar ningún vínculo con este club, y por eso también, por todas esas razones, firmé un nuevo contrato deportivo con el ‘Clube Primero de Agosto’ de Angola donde estoy perfecta y agradecidamente integrado.”
Cuatro días más tarde, Zulia respondió al futbolista hondureño, mencionado que él ya era “muy mayor para saber lo que firmaba”.
“En primer lugar negamos todo lo expresado en su correo electrónico. Observamos que usted es una persona mayor de edad en pleno uso de tus facultades mentales. Por lo tanto, no puede desconocer lo que firmó. Especialmente en el contexto de 2020, es muy lógico lo que sucedió ya que se acordó que vuelva al club en 2021. Como firmó un contrato vinculante y válido, le damos una semana para regresar a Venezuela, de lo contrario ejecutaremos la penalidad expresada en el contrato por la que deberá abonarnos la suma de USD 3.000.000”.
Bryan continuaba en Angola cuando el 27 de mayo de 2021, Zulia presentó una demanda ante FIFA contra el jugador y su nuevo club por incumplimiento de contrato sin justa causa, y solicitó el pago de USD 120.000 (correspondientes al valor total del segundo contrato), más los intereses relacionados, pidiendo un pago total de tres millones de dólares estadounidenses.
Según Zulia, el incumplimiento de contrato es muy claro, ya que el jugador no se presentó a cumplió con el segundo contrato y siguió prestando sus servicios para otro club.
En noviembre del 2021, 1 de Agosto anunció que rescindía contrato con Moya debido a que FIFA oficialmente les notificó que el hondureño “había firmado, en fecha anterior a su vinculación a nuestro club, un contrato con el Zulia FC, de Venezuela” y le prohibió participar en cualquier competencia con el club.
Moya, con apoyo del 1 de Agosto, decidió apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) “reclamando la falta de validez de este contrato presentado por ZULIA FC” y este ente decidió mantener habilitado a Moya para jugar con el cuadro angoleño y la Selección de Honduras, pese a esto y ante la situación legal a futuro, el 1 de Agosto decidió rescindir el contrato de mutuo acuerdo.
En noviembre de 2021, Bryan Josué se integró a los entrenamiento del Olimpia de Honduras que, en enero del 2022, contrató al futbolista por un año sin que el atacante, o el TAS, haya resuelto su problema contractual con el Zulia, lo que le privó su inscripción a la Liga Nacional en un inicio.
Sin embargo, el conflicto fue resuelto antes del final de dicho mes y el León contó con “La Bestia” en el torneo Clausura donde en seis partidos anotó cinco goles, siendo el máximo goleador del Olimpia y uno de los mejores jugadores del campeonato.
Este lunes 7 de marzo, el Olimpia anunció a tráves de un comunicado que el delantero hondureño Bryan Josué Velásquez Moya ha sido suspendido por la FIFA, de toda actividad oficial, hasta que arregle su problema legal con Zulia FC de Venezuela.
FIFA indica que el futbolista deberá pagar 120 mil dólares, que son 3 millones de lempiras, en los próximos 45 días; de lo contrario, será suspendido por seis meses del fútbol. El 1 de agosto fue castigado con tres ventanas sin poder realizar fichajes de jugadores.
