Un viejo adagio dice “Crea fama y échate a dormir”, pero, agrego yo, no te puedes quedar dormido en tus laureles para siempre. El futbolista hondureño vivió una época gloriosa en los últimos 12 años con el masivo éxodo que les permitió a varios enrolarse en grandes equipos; David Suazo en Cagliari y luego en el poderoso Inter, “Rambo” de León en el Parma y otros equipos italianos al igual que Edgar Álvarez.
Samuel Caballero y Carlos Pavón estuvieron en el Udinese, Wilson Palacios en el Tottenham, etc. Pero poco a poco este boom se ha ido viniendo a menos y estos así como otros buenos jugadores han pasado a clubes menos importantes o a países como China y EUA, cuyos torneos tienen menor nivel.
Actualmente está cometiéndose un gran error, apenas aparece un hondureño talentoso, los dueños de sus fichas consiguen enviarlo a prueba a algún equipo europeo aunque el muchacho no esté preparado mentalmente para una aventura de tal magnitud. Los pocos dólares que obtienen no justifican la frustración que algunos deben sentir cuando regresan a casa como les ha sucedido a Georgie Welcome, Eddie Hernández y otros que han viajado a prueba a humildes equipos de América y Europa.
SE VIENE EN CAÍDA EL FÚTBOL
Estos comportamientos de los directivos hondureños sumados a los vergonzosos resultados de los tres clubes hondureños en el torneo de Concacaf de este año y al hecho de llevar diez años sin tener una decorosa actuación en ese campeonato, han hecho que el prestigio de nuestro fútbol disminuya notablemente.
Al Motagua lo sometió el Alajuela de Costa Rica en Tegucigalpa y el equipo salvadoreño Isidro Metapán derrotó con justicia al Real España en su propio estadio Morazán, algo que no ocurría en los últimos 20 años.
Así que tenemos que estar conscientes de que nuestro fútbol ha caído a niveles que no pasaban desde los años sesentas y setentas.
Vienen los encuentros de la eliminatoria olímpica esta semana, el juego del viernes ante Costa Rica en el estadio Morazán nos permitirá medir a nuestra Selección Sub-23 frente a los ticos que fueron la base de la representación de ese país en la exigente Copa América, un torneo al que ellos tienen acceso y nosotros no.
Nuestra Selección Sub-23 no ha tenido fogueos de calidad por lo que es difícil hacerse ilusiones, aunque individualmente son muy talentosos, ojalá ganemos a Nicaragua para optar al menos a un repechaje.