Hermosas chicas y ambientazo en el Yankel Rosenthal para el clásico Marathón-Olimpia
Con más de 60 goles en siete torneos vestido de verde, el colombiano dejó una huella imborrable aunque un sector, el más radical, se olvidó de ese amor.
Cada vez que tocaba la pelota, el Yankel pitaba, no de forma sonora porque a más de alguno le pudo el sentimiento, pero los más fervientes no perdonan, aún, su decisión profesional.
Él, ni se inmutaba. A sus 28 años tiene mucha experiencia y sabía que sería así... Al menos trató de sobrellevarlo.
Arboleda y su historia con el Verde hacía imaginarse un reencuentro con sentimientos cruzados. Fue así. Nadie se sintió cómodo, pero había que jugarlo y de esto se trata.
Seis goles, cuatro en Liga y otros dos en Liga de Campeones Concacacaf frente a Seattle Sounders, lo catapultaron para llegar con todo al partido y apaciguar ese ambiente hostil que le esperaba y para nada quería verlo celebrar.
Un Yankel verde como en sus recientes tiempos...
La cara de Yustin reflejaba su momento más especial desde que es olimpista. Está claro que para esos momentos nadie está preparado y la atmósfera atrapa. Era verde, rojo y blanco el escenario que le recordaba que nunca debió irse.Fue significativo por donde quiera verse. El mal amado volvió al Yankel Rosenthal... Sí, el mal amado, ese al que unos quieren y otros, quizás la mayoría, no perdonan que vista de blanco.