El director técnico del Olimpia, Eduardo Espinel, compartió una visión profunda sobre el presente y futuro del equipo, con especial énfasis en la importancia del enfoque en cada partido, la apuesta por las divisiones juveniles y su postura sobre la continuidad en el club. El entrenador uruguayo destacó los retos que enfrentan en una Liga Nacional muy competitiva, y la responsabilidad que tienen los jóvenes jugadores para asumir un papel protagónico dentro del plantel.
Espinel habló además de la Selección de Honduras y enfatizó que en el fútbol de torneos cortos no se puede permitir errores que pongan en riesgo la clasificación o el rendimiento general, y que para pelear con equipos fuertes como Costa Rica, Honduras debe mantener la constancia en todos los encuentros, no sólo contra los rivales más fuertes.
Finalmente, el entrenador también habló sobre su futuro en Olimpia, destacando que, aunque su contrato termina pronto, se siente cómodo en el club y con la afición, y que el éxito en el campo será fundamental para definir su continuidad. El repaso también incluyó comentarios positivos sobre el crecimiento de jugadores como Dereck Moncada, un ejemplo de cómo el trabajo, la escucha activa y la disciplina pueden abrir puertas hacia la selección nacional mayor.
LO QUE DIJO:
¿Qué visibilidad tiene sobre los nuevos jugadores, los chicos de reserva? ¿Qué se ha hablado con ellos y con el cuerpo técnico para que asuman la responsabilidad si usted los ocupa en este torneo de apertura?
Nosotros venimos trabajando permanentemente con la reserva. Incluso ayer en el entrenamiento hicimos un colectivo frente a la reserva y tenemos muchos jugadores de reserva ya trabajando en primera división. Creo que hace mucho tiempo que Olimpia no tenía en el plantel de primera tantos jugadores jóvenes. Algunos les falta, otros ya han jugado y otros lo harán en este semestre. Hay muchos que están en la sub-17 trabajando con nosotros. Ellos saben que deben estar listos, trabajar duro en la reserva, porque los estamos mirando. Cuando los invitamos a entrenar con el primer equipo, tienen que mantener ese nivel. Esa es la base del proyecto: dejar una semilla de jugadores que puedan ser el futuro, como Jorge Álvarez o Juan Rodríguez.
Vemos que faltan pocos meses para la finalización de su contrato. ¿Su deseo es continuar en Olimpia?
Es muy pronto para decirlo. A mí me encantaría quedarme, para ser honesto. ¿Cuántos entrenadores no querrían estar en este lugar? Pero el fútbol es muy dinámico, no todo depende de uno. Yo no pensaba estar dirigiendo en Honduras este año y aquí estoy, feliz. Esto también depende de los dirigentes, de mi cuerpo técnico, de la familia y de muchas situaciones. Lo personal lo he dicho muchas veces: nos sentimos muy cómodos aquí, hemos sido respetados, y eso se valora mucho. Pero primero hay que salir campeón y ganar. Si eso no se da, no sirve de nada. Así que vamos a esperar un poco, no me apuren.
Hemos visto el potencial y la calidad de Dereck Moncada, especialmente en el segundo gol contra Motagua en el clásico. ¿Qué le ha dicho para que siga creciendo?
No charlamos mucho a diario, pero a los jóvenes les decimos qué mejorar y hacemos trabajos antes del entrenamiento. Nosotros les damos tranquilidad, no queremos estar encima todo el tiempo. Pero con Derek es diferente: él escucha. Hoy en día muchos jóvenes no escuchan, tienen otras prioridades. Él sí escucha el trabajo y lo lleva a la cancha. Eso lo hace un jugador muy prometedor, no solo para la Sub-21, sino para la selección mayor a futuro. Por ejemplo, le insistimos que llegará al segundo palo cuando desborda, porque antes no pisaba el área. Esos detalles los va mejorando día a día. Tenemos otros chicos con el mismo potencial y la base del crecimiento está en escuchar, trabajar y llevar eso al campo, aunque se equivoquen. Es el camino para crecer en el fútbol hondureño.
¿Qué opina sobre la comparación con otros rivales como Costa Rica, Panamá o Surinam?
No se puede pasar por alto ningún partido; puede ser definitivo en este torneo corto. Si te va mal en uno, el otro partido pierde sentido. Por eso hay que enfocarse en el rival que viene, porque todos son difíciles. Costa Rica es candidato por lo que ha hecho en estos años, pero Honduras también tiene armas para pelear esa serie. Eso sí, hay que ganar puntos contra todos, porque no sirve ganar solo a Costa Rica si no sumas contra otros. La comparación es lógica, pero hay que mantener la tranquilidad.
