Otro papelón de Honduras en el Olímpico: Curazao nos pone contra las cuerdas en la Liga de Naciones de la Concacaf
La Bicolor, tras experimentar una travesía para regresar al país, se estrelló ante el conjunto caribeño en el estadio Olímpico.
El cansancio tras la pésima gestión de Fenafuth que no tuvo un ‘Plan B’ para sacar a la Selección de Honduras de Curazao, luego del primer enfrentamiento, se pagó caro.
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La Bicolor fue una caricatura esta noche en el estadio Olímpico de San Pero Sula y cayó 1-2 quedando al borde del abismo y se aleja de la Copa Oro.
Los caribeños le dieron un baño para reflexionar. Se pagó una alta factura. El equipo no tuvo ideas a la hora de crear; y adelante, Jerry Bengtson volvió a ser uno menos. Su aporte fue nulo y los cambios realmente no ayudaron en nada.
La acción más clara en el primer tiempo fue un zurdazo de Romell Quioto que tras quitarse una marca remató desviado, pero eso no asustó a los visitantes.
El primer golpe bajo de los de Curazao llegó en una jugada de balón parado. Cobraron un tiro de esquina en corto, la jugada la hicieron de laboratorio en el área y cuando le llegó de rezago a Leandro Bacuna, jugador del Cardiff City de Gales, remató con violencia al poste derecho de Fonseca y abrió la lata al minuto 33.
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La cancha pesada más el largo viaje les pasó factura a los nuestros. Los pases imprecisos de Edwin Rodríguez más los intentos en vano de José Mario Pinto, hicieron mella al cuadro patrio que se miró chato.
Diego Vázquez intentó revivirlos, pero era casi imposible ya que las piernas de los caribeños estuvieron más frescas durante el compromiso.
Esta derrota nos pone en una situación crítica. No tenemos nada para competir y se tienen que venir cambios desde lo más alto.
Cierre de lágrima
Los nuestros seguían pagando caro ese error administrativo que los dejó varados en Curazao. Diego se vio obligado a mover el banco haciendo los cinco cambios y se le miró un espírutu diferente.
Quioto tuvo el empate tras recibir un centro en el área, pero remató machucado y perdonó. Luego vino una falta penal contra Edwin Soloni. El portero Room se lo llevó en la salida, pero el árbitro tico, Juan Gabriel Calderón, lo pensó pero no lo pitó.
Curazao seguía sin perder el ritmo hasta que en el cierre del partido, Antony Van den Hurt, nos clavó el segundo y apagó toda aspiración al 84. Quioto descontó con un golazo de tiro libre al 94, pero al final fue un trago muy amargo.
