Los policías quisieron sacar a un aficionado que se encontraba en el lugar y que había intentado golpear a los árbitros.
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Todo comenzó porque un aficionado amigo de los futbolistas y que tiene acceso al terreno de juego, intentó agredir al árbitro Saíd Martínez al final del juego. El cuarto árbitro tuvo que llamar a la policía para que lo protegiera y durante el conato de bronca cuando se llevaban detenido al hincha, salió agredida la hija de una integrante del departamento de mercadeo del club verde.
En la acción los jugadores reaccionaron furiosos contra los tres policías luego de ver a la joven que golpearon y los sacaron del camerino con gritos y retos. Algunos como el panameño Azmahar Ariano fue el primero en hacerlo.
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Los tres elementos de seguridad al verse en inferioridad numérica tuvieron que retroceder por todo el camerino hasta la boca del túnel y salir a la cancha; pues los jugadores se venían encima de ellos y les gritaban que “a una mujer no se le pega” mientras enfurecidos eran controlados por algunos miembros del cuerpo técnico.
Al final todo volvió a la calma cuando los árbitros entraron a su vestidor y los policías se retiraron a la cancha en un partido bravo.
