Liga Nacional

Jugadores del América de México adoptaron a un hondureño

El catracho tuvo que emigrar a méxico para ayudar a su familia. Conocé la historia.

2016-02-08

Cuando apenas tenía seis meses de edad, Brayan López Laboriel perdió a su madre y nunca supo de su padre. Nació en el barrio Cabañas de San Pedro Sula, pero creció en Sangrelaya, Colón.

FOTOS: Así disfruta Brayan Laboriel con los jugadores del América de México

Le tocó criarse con doña María Juana López, su abuela, fue madre y padre para él. La vida no ha sido fácil para este joven de 21 años que solo ha buscado tener una oportunidad en el fútbol, la cual mira cerca de conseguir gracias a dos “ángeles” del América. Sí, vive en México DF gracias al ecuatoriano Michael Arroyo y Oribe Peralta.

BULLYING CRUEL
Tuvo una infancia difícil, sus compañeros de escuela se burlaban de él, porque no tenía a su mamá y papá a su lado. Para ayudar a su abuela y a sus tres hermanos, tenía que vender pan de coco para subsistir, se cansó de ello y dijo que quería salir adelante, pues ya no deseaba ver a su familia en precarias condiciones.

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Por eso decidió ir a la ciudad de La Ceiba para probarse en las canchas, aprovechando una excursión al carnaval de la Novia de Honduras. Llegó a las filas del Victoria para tener una oportunidad, pero fue rechazado. Su amigo Marvin Chávez (exmundialista con Honduras), lo llevó a Marathón para hacer una prueba y tampoco pudo quedarse.

“Yo le agradezco a Marvin, me acuerdo que también solía ser el utilero del equipo, pues tenía que ayudar a mi familia con lo que podía, se me negó la oportunidad en San Pedro Sula, no pude jugar, regresé a La Ceiba y volví a intentarlo con Victoria, pero no tuve éxito”, le comenta a Diez con un tono nostálgico.

UN DÍA INOLVIDABLE
El 9 de febrero de 2011 quedará grabado para siempre en la memoria de Bryan, ese día la Selección de Honduras tuvo un partido amistoso ante Ecuador en La Ceiba, era ensayo de preparación de ambos equipos para la Copa América de la Conmebol y la Copa Oro de la Concacaf, respectivamente.

Foto: Diez



Ahí conoció a los que luego serían sus dos grandes amigos: Walter Ayoví y Michael Arroyo. “Yo estaba en ese partido, cuando de repente Ayoví me pregunta si conocía a un barbero cercano al hotel donde estaban concentrados, les ayudé y charlamos un poco, le conté mi historia de infancia, le comenté sobre la situación de mi familia, que quería sacarlos adelante, pues yo solo deseaba cumplir mi sueño de jugar fútbol, él me brindó su número de teléfono porque dijo que me iba a ayudar”, explica.

EL GRAN PASO
Bryan tomó la decisión de emigrar a México en 2012, nunca imaginó que se rodearía de estrellas del fútbol.

Agarró sus pocas pertenencias y partió en busca de su sueño, sufrió en el camino, no fue fácil, aguantó hambre, tenía que pedir dinero a la gente para probar un plato de comida y llegar a su destino.

De jalón llegó a Guatemala, caminó más de 200 kilómetros para arribar al país azteca, específicamente a Pachuca, tardó una semana exacta, pero lo prometido era deuda, ahí iba a encontrar a Walter Ayoví, el futbolista en ese entonces jugaba en el equipo de los “Tuzos”.

Le abrió las puertas de su casa, le dio de comer, le compró vestimenta y le regaló unos pesos mexicanos.

“Cuando Ayoví me ayuda, él militaba en Pachuca, al paso de los días jugaban un partido de la Liga MX contra el Atlante, ahí miré a Michael Arroyo y al principio no me reconocía, ya había pasado un largo tiempo desde aquel encuentro en el 2011. Me llevó a Cancún en el 2013. Desde ahí mi vida cambió por completo, le agradezco a Dios la oportunidad y toda la ayuda que Arroyo me ha brindado, no es cualquier jugador que hace eso”, explicó.

AL AMÉRICA DE MÉXICO
Estos chicos continuarían con su aventura juntos y Arroyo prácticamente adoptó al catracho, en la temporada 2014-2015 el ecuatoriano estampó su firma con el considerado equipo más grande de la liga mexicana, el América de México.

Foto: Diez

Michael Arroyo.



Por supuesto que ambos seguirían con viajes, locuras y muchas cosas que contar. De Cancún, cambiaron su domicilio de residencia al DF.

“Desde que llegamos al América nos trataron bien, Arroyo me lleva a los entrenos, a los partidos cuando se puede, a veces practico fútbol con las reservas, no he podido quedarme en ningún club por el momento, pero todos los jugadores del equipo me quieren un ‘chingo’, me apoyan, me aconsejan, pero Michael es especial, me tiene viviendo en un apartamento junto a uno de sus empleados casi a la par de donde él está con su familia. A ambos nos da un hogar', contó.

Y agregó: 'Cuando necesito dinero para mandarle a mi abuela y mis hermanos, me lo brinda. Yo la verdad no tengo cómo agradecerle todo lo que ha hecho por mí, espero algún día poder pagarle todo, sigo buscando mi sueño. Yo quiero jugar en un equipo, de pequeño siempre lo he buscado, mi vida no ha sido fácil, he sufrido, he llorado, pero conocer a personas como Walter Ayoví y Michael Arroyo es de las mejores cosas que me ha podido pasar”, explicó con su voz entrecortada.

DATOS:
Como un cuento de hadas, al estar en el equipo mexicano América, pues tiene la oportunidad de rodearse con los futbolistas. Oribe Peralta también le ha brindado su apoyo, lo considera su 'padrino'.

Bryan Beckeles y Marvin Chávez lo aconsejan Cuando estuvo en Honduras estos legionarios lo apoyaron y aconsejaron, aún se mantienen en comunicación.

El 20 de de julio de 1994 nació Brayan Laboriel. Tiene tres hermanos Brayan: Ángela, Melvin y César.

Ahora se da el lujo de compartir con todos los futbolistas del Club Deportivo América de México.