Vestido con una camisa azul, con maleta en mano y bajando las gradas del hotel, así despedía Francisco Martínez su sueño de haber integrado la Selección Nacional de Honduras en este microciclo en Tegucigalpa.
Con un saludo y apretón de manos, así saludó a cada uno de los compañeros que aún permanecían en el lobby del hotel, mientras esperaban el vehículo que los llevaría de regreso a sus hogares.
Opiniones divididas sobre la convocatoria de Francisco Martínez a la Selección de Honduras
Tres días pasaron desde el momento de su convocatoria, misma que se vio marcada entre las sorpresas y las críticas de futbolistas y ex jugadores, pero la ilusión de este guerrero no se la quita nadie.
Diez tuvo la oportunidad de charlar con Francisco Martínez, quien antes de retornar a su ciudad natal, puedo compartir su experiencia vivida en la Bicolor.
¿Cómo describes esta experiencia en la Selección Nacional?
Lo viví de la mejor manera, mucha humildad y tranquilidad. Vine aquí y nos familiarizamos con los compañeros y gracias a Dios hicimos las cosas de la mejor manera.
¿Era el sueño que anhelabas?
Fue algo maravilloso, todo mundo anhela estar en la Selección, sé que no es nada fácil, aquí hay exigencias, pero a base de trabajo se logra el éxito.
¿Cómo fue el recibimiento y apoyo de los compañeros?
De la mejor manera, compartí con cada uno de ellos y voy motivado para seguir trabajando.
¿Qué opinión te merece las críticas que hacen por tu convocatoria?
Los comentarios negativos lo hacen más fuerte a uno, esto es de seguir trabajando, ahora que se nos dio esta oportunidad. Hay que enfrentarlo de la mejor manera y seguir preparándose.
¿Te molestaron esas críticas?
Uno no le pone mente a esas cosas, sino que hay que seguir trabajando.
¿Te apoyaron los compañeros ante las críticas?
Cada uno de los compañeros viene de abajo también, nadie les ha regalado nada para estar aquí y ellos me brindaron el apoyo en esta convocatoria.
¿Te enteraste de las críticas que te hicieron?
No, mentalmente soy fuerte para eso y yo debo seguir trabajando.
Isabel Zambrano sale en defensa de Diego Vázquez por el llamado de Francisco Martínez
¿Sientes que hay mucho egoísmo con el tema de la Selección?
Esto se logra a base de trabajo, yo lo he venido logrando duramente. Cada jugador sueña con estar en la H y a mí se me cumplió este sueño.
¿Sientes que nadie te lo debe quitar?
Voy a seguir trabajando para que el profesor nos siga tomando en cuenta. Ya dimos un paso importante que nos convocaron.
¿Qué te dijo Diego Vázquez?
No charlé mucho con el profe, pero sí me dijo que siguiera trabajando, metiéndole.
¿Quién fue tu compañero de cuarto?
Fue Ángel Tejeda, él es del lado de Santa Cruz de Yojoa y me sentía familiarizado, compartí bastante y todo bien.
¿De qué platicaban con Tejeda?
Dónde habíamos jugado, yo le dije que estaba allá, él me comentó lo de Motagua. Fue algo bonito y maravilloso.
¿Escogiste compañero de cuarto?
No, ya venía cada quien con la habitación que le correspondía y con quién compartir.
¿Cómo viviste los entrenamientos?
Con mucha responsabilidad, tranquilidad y tomando confianza.
¿Te comunicaste con tu familia?
Ellos muy felices que esté aquí. Incluso, tengo un hermano que dirige en Primera División y es asistente.
¿Cómo se llama?
Darinel Martínez. Él dirige en Primera División.
¿Sueñas con que lo puedan ver en la Primera División?
Primeramente Dios, esa es la fe que tenemos y hay que seguir trabajando para llegar a un equipo de Liga Nacional.
¿Esperas un llamado a otro microciclo?
Sí, estaré esperando, pero ahora debo ir a trabajar al equipo y hacer las cosas bien.
¿A cuál de los jugadores de la Selección admirabas?
Creo que cada uno de los que están en Olimpia y Motagua, o cualquier equipo de primera, uno siempre los admira porque sabemos que en primera es más exigente. Pero a quien admiro es a Kervin Arriaga por su entrega en la cancha.
¿Y de los que lograste compartir?
Con la “Perrita” Castellanos, platicamos ahí, jugamos en la misma posición y hay que aprender de él.
¿Te dio algún consejo o qué aprendiste de él?
Que siguiera metiéndole, que esta era una oportunidad que me había llegado y que lo hiciera humildemente.
