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El pequeño atacante merengue y su representante no pasaron por alto el momento que vive la población capitalina (Tegucigalpa) y el futbolista salió a las calles para entregar un bolsa solidaria a las familias de escasos recursos.
En conjunto, Chirinos y Hernández aprovecharon para darle una mano solidaria a las familias necesitadas del barrio El Reparto, cerca de donde vive el propio jugador, quien no se olvida de su gente que tanto lo quiere en la zona.
Pero la mano solidaria de ambos no se quedó ahí, luego se trasladó hasta el sector de las orillas del río Choluteca, donde hay mucha pobreza y las personas con gran felicidad recibieron la ayuda.
La alegría de las personas que fueron beneficiadas no se hizo esperar y uno de ellos expresó de manera muy feliz: 'Gracias varón, este es un regalo de Dios. Yo no tenía nada para llevarle a mis hijos y a mi compañera de hogar. Que Dios provea para usted', expresó.
La ración de alimentación que entregó el futbolista contaba de: 2 libras de Maseca, 1 de azúcar, 1 bolsita de sal, 1 libra de espaguetis; 1 salsa, 2 libras de arroz, 2 libras de frijoles y 1 de manteca.
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Con este tipo de obras, Paulo Hernández y Michaell Chirinos demuestran que no se olvidan de las personas que más lo necesitan.