Con una elegante mangalarga negra con cuello de tortuga, sacó azul y una sonrisa inextinguible, el beisbolista Mauricio Dubón acogió la cena benéfica en San Pedro Sula.
Esta misma se realizó en el salón Rafael Pastor y Alberto Smith de las instalaciones de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés y tiene como finalidad dar apoyo a dos entidades No Gubernamentales: Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer y Hogar Hermanas de Jesús Buen Samaritano.
En esta causa donde se unió DIEZ junto a El Porteño, el campeón de la Serie Mundial subastó camisas, tacos y bates que utilizó durante su exitosa temporada con los Astros de Houston y todo los acumulados fue dirigido para los dos organizaciones que hacen una gran tarea por la niñez de Honduras.
- Admirable actividad -
El evento fue un éxito, muchos boletos se vendieron que estaban valorados en 1,000 lempiras cada uno, al lugar asistieron un poco más de 500 personas.
Lo recaudado será donado Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer: institución cuya misión es brindar tratamiento integral a más de 4,700 niños con cáncer de todo el país, labor que se desarrolla desde hace más de 40 años.
Además de al -Hogar Hermanas de Jesús Buen Samaritano: comunidad misionera consagrada a Dios y dedicada al servicio directo de los más pobres; ayudando a personas con discapacidades físicas y mentales.
La ceremonia arrancó con una oración realizada por una de las hermanas de una de la fundición beneficiada, pero antes las personas que asistieron a esta bonita actividad aprovecharon para tomarse fotos con el campeón de la Serie Mundial y comprar artículos beisboleros que eran firmados por Dubón.
“Gracias a la gente que hizo el sacrificio. Créanme que esto solo lo hice yo dentras de esto hay un grupo de personas. Nunca en mi vida pensé que podía lograr esto que estoy logrando juntar a varias personas para ayudar a niños y varias fundaciones”, expuso Mauricio Dubón al dar las palabras de inauguración de la cena benéfica.
Y continuó: “Desde el fondo de mi corazón quiero decirles gracias por todo lo que hacen por mí, lo bueno que son conmigo. Yo leo todas las cosas buenas que me dicen y las que no, pero todo lo tomo en cuenta porque es parte de mi profesión”.
Luego los invitados difrutaron de música en vivo que los puso a bailar y de una deliciosa cena.
